Es posible que haya llegado ese momento donde la casa parezca que te coma a ti. Sientes que ya no hay más espacio donde adornar, redecorar o almacenar. Y el espacio es el que es. Pero ¿no hay forma de sacar un hueco? Sí, solo hay que hacer la reforma adecuada en el lugar exacto.
Las reformas con las que ganarle espacio a tu casa
La idea que no puede faltar a la hora de apostar por todas estas reformas es la búsqueda de amplitud. Abrir espacios y encontrar aquellas zonas de tu casa que hasta ahora parecían inservibles.
Ampliar las posibilidades y no restringirte a los planos formales es la clave en este tipo de situaciones. Lo importante es cambiar con lo que hay, pero que no te cambie a ti lo que tienes en mente.
Por eso, te dejamos 5 reformas con las que no solo romperán tus esquemas, sino que echarán abajo los esquemas de tu casa:
- Si miras al techo no te aburrirás. Aprovecha esa altura extra de tu casa para instalar un altillo. Pero ¿y si no tengo espacio suficiente? Solo se necesitan 40 cm para instalar una tarima y así tener una zona donde almacenar todo lo que necesites.
- Las paredes pueden moverse. Ten en cuenta que no todo en tu casa es tan difícil. Te presentamos los tabiques móviles. No son más que unas puertas correderas que servirán de separador cuando las necesites. Y desaparecerán cuando quieras unificar el ambiente.
- Los muebles son tus aliados. Muchas veces apostar por una planta abierta es lo mejor. Reformar tu casa para acabar con los pasillos no es un reto tan grande. Además, aporta versatilidad a tus muebles. Con este espacio y el mobiliario que escojas podrás diseñar los planos de tu casa a tu gusto.
- Tu terraza, ahora también habitación. Poner unas cristaleras puede solucionar muchos problemas. Con ellas conseguimos que una terraza se convierta en otra habitación más donde hacer vida.
- Crea espacios a tu medida. El objetivo es buscar el máximo aprovechamiento del espacio. Puedes buscar un mueble a medida para esa esquina aparentemente inservible.
La cosa es jugar con lo que tienes, o puedes llegar a tener. Y recuerda, el límite no está en cuatro paredes.