Cada vez la arquitectura está evolucionando más. Ahora las casas incorporan tanto el estilo como la funcionalidad. En el estilo entran los elementos estéticos y aquí, a su vez, los falsos techos.
Pero, ¿sabes qué son los falsos techos? ¿Qué tipos existen? ¿Cuáles debes escoger? Te contamos todo lo que necesitas saber sobre ello en este artículo.
Falsos techos: ¿Qué son?
Los falsos techos son un tipo de construcción que se sitúa entre el techo verdadero y el espacio. Se suelen utilizar como aislante térmico o para ocultar cables, tuberías, conductos de ventilación, etc.
Desde el punto de vista más práctico, son elementos imprescindibles en una casa. Te contamos 4 ventajas de instalar falsos techos:
- Aislamiento térmico. Muchos de los materiales que se usan para los falsos techos sirven como aislantes térmicos. Al poner el techo centímetros más abajo que el original, el calor que suele subir al techo, baja antes al tener menos espacio. Como se reduce la distancia, se reduce también el espacio y la casa se calienta antes. Esto también ayuda a ahorrar en la factura de la luz.
- Aislamiento acústico. Al igual que pasa con el calor, muchos materiales actúan como paredes que amortiguan bien los ruidos.
- Resistencia a la humedad. Dependiendo de qué material utilices, puede ser más o menos propenso a las humedades. Pero, en su mayoría, son resistentes ya que reciben una alta cantidad de condensación.
- Diseño. Por un lado, los falsos techos los podemos decorar como queramos para que se ajuste a nuestro estilo de vivienda. Por otro, puedes renovar los conductos de ventilación o el cableado ya que se pueden esconder con el falso techo.
- Es bastante económico y fácil de instalar. No tiene mucha complejidad y, frente a todas las ventajas, sale muy rentable colocar un falso techo.
Tipos de falsos techos
Dentro de los falsos techos, existen dos tipologías que no tienen que ver con los materiales:
- Techos continuos: como su propio nombre indica, son superficies completamente planas. Normalmente se usan materiales como el yeso laminado o la escayola. Este tipo de techos no pueden ser montados y desmontados cuando uno quiera, se necesita de un mantenimiento.
- Techos modulares: al revés que los continuos, los modulares o también llamados desmontables son los más prácticos. Están formados por baldosas cuadradas o láminas. Su mantenimiento es mucho más sencillo que los continuos ya que si se rompiese alguna placa, se puede sustituir por otra de manera individual.
Dentro de los materiales que se pueden utilizar para crear falsos techos están:
- Escayola. Es uno de los materiales más fáciles de tratar y trabajar en los falsos techos.
- Lamas de aluminio, vinilo o metálicas. Dan estilos más modernos a las viviendas.
- Pladur. Es muy fácil de montar y de limpiar. También se usa en paredes ya que aisla muy bien el calor.
- Fibra de vidrio. Uno de los materiales más novedosos de los últimos años. Aísla muy bien el ruido.
En OTTO Rehabilitaciones te recomendamos que acudas a un profesional para gestionar qué tipo de techo falso pega más para instalar en tu vivienda.
¿Qué te parecen? ¿Te gustan?