Derribar un edificio usualmente requiere de fuerza bruta: bolas de demolición, grandes excavadoras, o explosivos, son los responsables de romper las murallas, mientras que mangueras contra incendios rocían agua para mantener abajo las nubes de polvo.
Por suerte, el robot ERO tiene un apetito saludable. Se trata de un nuevo robot borra-concreto que puede, eventualmente, transformar el negocio de la demolición. El robot ‘ERO’ (abreviación para “erosión”) usa agua para desarmar el concreto y luego succiona todos sus componentes por separado —cemento, arena y agregados— guardándolos pulcramente en diferentes empaques para su reutilización. “Chorros de agua de alta presión atacan las micro grietas en la superficie del concreto, haciendo que se desarme.
Vía @aggregatte