Cuando se trata de llevar a cabo una reforma en la vivienda o en cualquier espacio, surge una cuestión esencial: ¿qué es mejor optar por una reforma integral o por una parcial?
Cada alternativa tiene sus propios pros y contras, y es importante tomar una decisión informada que se alinee con tus objetivos y necesidades. Por ello, desde OTTO Rehabilitaciones, te mostramos en este artículo las ventajas y desventajas de cada una de ellas, con el objetivo de que puedas conocer qué opción se adapta mejor a ti.
¿Qué son las reformas integrales y las reformas por partes?
Antes de adentrarnos en los pros y contras de las reformas integrales y parciales, es fundamental entender en qué consiste cada una de ellas.
Reformas integrales
Las reformas integrales son aquellas que abarcan una renovación completa de un espacio, desde los cimientos hasta los acabados finales. Este tipo de reforma implica cambios significativos en la estructura, distribución, instalaciones y estética del lugar. En pocas palabras, es una transformación total que busca renovar y actualizar por completo el espacio en cuestión.
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Reformas por partes
Las reformas por partes se centran en sectores o aspectos específicos de un espacio sin implicar una renovación total. En este tipo de reformas, se llevan a cabo mejoras o cambios puntuales en determinadas zonas, como la cocina, el baño, el salón o incluso en aspectos específicos como la pintura, los revestimientos o la iluminación.
Ambas alternativas tienen sus propias características y se adaptan a distintas situaciones. La elección entre una reforma integral o por partes dependerá de diversos factores, como el estado actual de la vivienda, el presupuesto disponible, el tiempo necesario para completar la reforma y las necesidades específicas del cliente.
Pros y contras de las reformas integrales
Las reformas integrales ofrecen una serie de pros significativos que las transforman en una alternativa muy atractiva para aquellos que buscan una transformación completa en su espacio. Algunas de las ventanas más destacadas son:
1. Renovación completa
Una reforma integral permite renovar por completo el espacio, lo que brinda la oportunidad de actualizar y modernizar tanto la estructura como la estética de la vivienda. Es perfecta para quienes quieren un cambio radical y personalizado.
2. Coherencia en el diseño
Al llevar a cabo una reforma integral, se tiene la oportunidad de diseñar el espacio de forma coherente y armoniosa. Esto quiere decir que todos los elementos, desde revestimientos hasta muebles, se seleccionan detalladamente para complementarse entre sí, creando una estética unificada y agradable a la vista.
3. Mejora de las instalaciones
Las reformas integrales también permiten actualizar y mejorar las instalaciones existentes, como sistemas eléctricos, fontanería o climatización. Esto asegura un funcionamiento eficaz y seguro de todas las infraestructuras del espacio reformado.
No obstante, también es esencial tener en cuenta algunos posibles contras de las reformas integrales:
1. Mayor tiempo de duración
Debido a la magnitud de los cambios llevados a cabo en una reforma integral, este tipo de proyecto tiende a requerir más tiempo para su finalización. Por ello, es imprescindible tener en consideración una correcta planificación y gestión del tiempo para evitar retrasos y garantizar un procedimiento fluido.
2. Coste más alto
En comparación con las reformas por partes, estas suelen implicar un coste más alto. Esto se debe a la cantidad de trabajo y a los materiales necesarios para realizar una reforma integral. Es fundamental establecer un presupuesto realista y considerar todas las alternativas financieras disponibles.
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Pros y contras de las reformas por partes
Las reformas por partes también presentan una serie de pros que las hacen muy atractivas para quienes quieren llevar a cabo mejoras puntuales en su espacio sin hacer una transformación completa. Algunas de las ventajas más importantes son:
1. Enfoque específico
Las reformas por partes permiten centrarse en zonas o aspectos específicos del espacio que requieren mejoras. Esto da la oportunidad de solucionar problemas específicos o renovar sitios clave sin afectar al resto del espacio.
2. Conlleva un menor tiempo de duración
A diferencia de las reformas integrales, las reformas por partes suelen requerir menos tiempo para su finalización. Al no involucrar cambios estructurales importantes, se pueden llevar a cabo de forma más rápida y eficiente.
3. Control del presupuesto
Las reformas por partes ofrecen más flexibilidad para controlar los gastos. Al hacer solamente mejoras específicas en zonas determinadas, es posible ajustar el presupuesto según las necesidades y prioridades de tu proyecto.
No obstante, también es fundamental tener en consideración los contras de este tipo de reforma.
1. Falta de coherencia estética
Dado que las reformas por partes se centran en zonas en concreto, puede haber un reto para mantener una coherencia estética en todo el espacio. Es esencial planificar detalladamente para asegurar que los cambios hechos se integran de forma armoniosa con el diseño en general.
2. Limitaciones en la renovación estructural
Las reformas por partes pueden no abordar problemas estructurales subyacentes en el espacio. Si hay necesidad de cambios significativos en la estructura o distribución del lugar, es posible que una reforma por partes no sea la alternativa más adecuada.
Entonces, ¿qué es más recomendable una reforma integral o parcial?
Si en tu vivienda ya se nota el paso de los años, lo más aconsejable es realizar una reforma integral. Partir de un proyecto general para toda la propiedad será más eficiente que remodelar un espacio concreto, puesto que al final es simplemente agregar un parche a una vivienda que tiene problemas de fondo y que no satisface tus necesidades.
Aparte del presupuesto disponible y de la situación personal, las reformas por partes pueden ser útiles cuando una casa se ha reformado recientemente, o es de nueva construcción. En este caso, solo se adapta un espacio para darle un toque personal que se ajuste a lo que deseas. Sin embargo, te recomendamos evitar estropear la coherencia estética y reformar al menos dos estancias (cocina-baño, salón y comedor, habitaciones…)
En el resto de los casos, lo ideal es que realices una reforma integral. Esto te ayudará a ahorrar gastos en el futuro y además hará que el resultado sea de mucha más calidad.
Ahora bien, si crees que tu casa necesita una reforma parcial o integral y no sabes por dónde comenzar, en OTTO Rehabilitaciones estamos a tu disposición para ayudarte en lo que necesites. ¡Llámanos!